Desubicarse, no tomar como referencia la portería o imantarse con el movimiento del balón es uno de los errores más comunes que acostumbran a cometer los porteros. Incluso los mejores del mundo cometen este error, lo que demuestra que es un problema que necesita ser abordado y corregido desde las etapas más tempranas en las que el portero empieza a especializarse.
A continuación, os planteamos una sesión completa para mejorar y tratar de minimizar este tipo de patrones conductuales. La sesión consta de cuatro ejercicios: uno de calentamiento, uno para la parte inicial, y dos para la parte principal. En ella, vamos evolucionando poco a poco sobre situaciones en las que el portero tiende a perder la referencia de la portería e imantarse con el balón. Como veréis, a través de tareas sencillas que no requieren de mucho material y un comportamiento específico del entrenador de porteros, podemos ir aumentando poco a poco la dificultad. Fomentar la adquisición de todos estos conceptos es clave, quizá más incluso que las propias acciones sobre balón, para que el portero tenga éxito en competición.
Con esta sesión específica de cuatro ejercicios nuestro objetivo es que el portero adquiera el concepto de no “imantarse” con el balón y aprenda a referenciarse sobre la portería siempre que no exista la posibilidad de jugarse el 1vs1. Los ejercicios, evolucionan de menor a mayor complejidad pero siempre garantizando que el portero tenga la necesidad de seguir el balón forzando así que evite este tipo de comportamiento y piense en ubicar o reubicarse sobre la portería.
Este tipo de comportamientos se ven día a día tanto en profesionales como en niños y adolescentes. Las situaciones de centro lateral, de pases filtrados a carril lateral, conducciones; son todas propensas a desubicar al portero por el propio movimiento del balón. En nuestro caso, hemos optado por diseñar una sesión específica para mejorar este concepto frente a situaciones de tiro diagonal cercano precedidas por un repliegue. Se trata de situaciones muy comunes en partido propiciadas por una transición, un balón a la espalda, un pase filtrado entre la defensa, etc.
Como verás, no se necesita mucho material para desarrollar tareas que provoquen un impacto adecuado en el portero pero si que es clave, la ubicación del resto de los elementos propios de la estructura interna de la tarea, y sobre todo, del comportamiento en este caso del entrenador de porteros. Nuestra figura puede aumentar o disminuir la dificultad del ejercicio a través de su movimiento y el del balón. Para ello, es necesario que como entrenadores de porteros entendamos cómo podemos aumentar o disminuir esa sensación de perseguir el balón por parte del portero para adaptarnos a su nivel y necesidades. Evolucionar de situaciones estáticas con un timing lento, a situaciones dinámicas en las que se ejecute a la par el repliegue del portero junto al movimiento del balón es importante para ir evolucionando hacia las situaciones reales que se dan en competición.
Es fundamental que todas las edades, desde el fútbol base hasta el rendimiento, incorporen tareas o sesiones de entrenamiento como las que te ofrecemos en este artículo o en nuestra APP Software Goalkeeper Planner.
Como sabrás, el portero debe conocer el juego y saber cómo jugarlo desde su demarcación, independientemente de su edad. Y para ello, uno de los primeros conceptos que debemos asentar es que no se deje arrastrar por el balón y base su posicionamiento en la referencia de la portería en lugar del balón, si no hay opción de 1×1. Estos son conceptos básicos y necesarios para el correcto desarrollo del juego y se pueden evaluar en situaciones más reales de juego durante las tareas con el equipo.
